‘Quebranto’: una película que aborda los límites de la incomprensión social hacia los transexuales

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La producción mexicana, ‘Quebranto’, es una poderosa historia que explora el corazón de una madre y la relación con su hijo, ahora transformado en mujer. La película fue nominada como mejor documental en el Raindance Film Festival, que terminó este fin de semana en Londres.

Por Yohanna Rozo. @yrozob

El día en el que el cineasta Roberto Fiesco conoció a Fernando García, apodado ‘pinolito’, no imaginó que en ese momento se encontraría de frente con la historia de su ópera prima ‘Quebranto’.

La puerta de la oficina se abrió, Fiesco hablaba con doña Lilia Ortega, madre de Fernando, cuando de repente, ‘Pinolito’ entró por allí. Para sorpresa de Fiesco, Fernando no era un hombre, era una mujer rubia, de 1.70 metros de estatura;  vestía falda, tacones y bolso de mano. Fernando se había convertido en Coral Brunelli, hacía un tiempo atrás había decidido cambiar su identidad genérica, era un transexual.

“Sentí que ahí había una historia, no sabía cuál exactamente, pero vi en esa madre y su hijo, que ahora era su hija, un punto de partida” cuenta Roberto Fiesco. Pasaron más de cinco años, “durante ese tiempo siempre tuve a estas dos personas dando vueltas en mi cabeza, girando en mi mente” sin embargo, fue en 2009 cuando el productor y director mexicano decidió darle vida a esta película documental y arrancar el rodaje de ‘Quebranto’.

La historia se sitúa en el tradicional centro de Ciudad de México, en el barrio Garibaldi. “Antes de iniciar en forma comencé a entrevistarlas, cada vez que hablaba con ellas y las visitaba me metía más en su vida cotidiana, sabía que contaba con el material suficiente. En ellas encontré una historia de vida muy dura que me interesaba contar. Hallé temáticas como muerte, prostitución, pero sobretodo, ese punto de quiebre que nos ubica en el rompimiento social entre el pasado y el presente del personaje protagónico, Coral Brunelli, quien tuvo que afrontar la decisión, probablemente tardía en su vida, de volverse transexual, estando ya en sus 30 y tantos años… Ella en sí es un personaje atípico”.

No obstante, aunque ‘Quebranto’ trata de descubrir una relación conflictiva por el cambio de identidad genérica  del personaje, también logra contar la evolución del cine mexicano, a lo largo de las últimas décadas.

“Me parece que la historia es una especie de metáfora entre estas dos “mujeres”, actrices de profesión, y lo que fue nuestro cine en la industria estatal, tan próspera en un época, pero que atravesó una etapa, probablemente, de decadencia en los años 80’s y un resurgimiento en producciones mucho más recientes. Ellas encarnan de alguna manera eso” afirma el director mexicano.

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Coral Bonelli, protagonista de ‘Quebranto’. Foto: Jesús Torres Torres, Director de arte.

‘Pinolito’, Fernando o Coral Bonelli, tres nombres en una misma persona, hizo más de 30 películas durante la época de los 70’s y 80’s, antes de convertirse en mujer. “La infancia de este personaje había sido filmada no con una cámara Súper 8, como las que uno alquilaba en cualquier casa clase media por aquella época, la niñez de él había sido grabada por importantes directores mexicanos como Jorge Fons o Alberto Bojórquez Patrón, una serie de figuras que a mí me importaban temáticamente” cuenta Fiesco.

Por esta razón, la gran ventaja que tuvo el equipo de producción de ‘Quebranto’ a la hora de rodar el documental era que se encontraban con dos profesionales de la actuación. Las protagonistas estuvieron por más de 40 años trabajando delante de las cámaras, sumergidas en el mundo del espectáculo. Estos matices le dieron a Roberto Fiasco la posibilidad hacer un trabajo formal con la cámara, una propuesta que se saliera, en cierta medida, de las producciones tradicionales. “Por ejemplo yo no pensaba en cabezas parlantes que solamente daban testimonios sino que, tenía la posibilidad de jugar con una cámara mucho más móvil,  que podía estar montada permanentemente en un Dolly (herramienta especializada del equipo de rodaje cinematográfico, diseñada para realizar movimientos fluidos), sin perder de alguna manera la espontaneidad de los personajes. Me planteé varias posibilidades que tenían que ver justamente con el movimiento y que buscaban reproducir una serie de atmósferas relacionadas con ese cine que ellas hacían” Narra Fiesco.

Estos detalles, unidos a la fuerza de la historia, han llevado a ‘Quebranto’ por un recorrido bastante halagador. En marzo de este año Recibió el premio principal a la mejor película en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en donde además, fue galardonado con el premio Guerrero de la Prensa y el reconocimiento especial del Jurado. Adicionalmente, obtuvo el premio Sebastiane, que cada año otorga la asociación Gehitu (Asociación de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales del País Vasco) en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, entre otros reconocimientos, además de la ovación del público durante el Raindance Film Festival de Londres.

                                     7 PREGUNTAS AL CINEASTA, ROBERTO FIESCO

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Durante los últimos diez años el cineasta mexicano, Roberto Fiesco Trejo, se ha dedicado a producir películas de forma casi ininterrumpida, en su carrera se cuentan 13 largometrajes, entre estos dos películas de su gran amigo y compañero, Julián Hernández: ‘Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor’ y ‘Rabioso sol, rabioso cielo’. En el camino ha dirigido cortometrajes de ficción y, la película documental ‘Quebranto’ (2013) es su estreno como director.

¿El tema principal de ‘Quebranto’ podría resumirse en la palabra transexualismo?

No, en realidad me parece que el tema principal de esta película es la relación entre una madre y su hijo, que un día decide ser “mujer”, creo que esto fue lo que más me llamó la atención.  Sin embargo, también es la historia del cine mexicano, que va de la mano con la vida de barrio, porque la historia se sitúa en el Centro de México, donde también vivió mi familia, era algo con lo cual me relacionaba de manera muy cercana.

¿De dónde sale el nombre de ‘Quebranto’?

Para mí, el personaje principal de la historia es el punto de quiebre de la película. De la misma forma su transformación también representa un punto de giro en su vida, por eso el título.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con personajes  que ya estaban acostumbrados a las cámaras?

Fue muy fácil, ellas tenían una frescura que otras personas no tendrían frente a las cámaras, una desenvoltura única que otros personajes tal vez no podrían ofrecer. Considero que  fue muy cómodo desde el planteamiento de realización y muy benéfico para el documental.

¿Eso le da un tinte de ficción?

Creo que el hecho que ellas sean tan naturales, permitió robarle algunas herramientas formales al cine de ficción para contar una historia de vida real, eso lo vuelve probablemente mucho más seductor para el espectador.

¿Cómo se ganó la confianza de los personajes?

Creo que ellas fueron muy generosas al contarme el testimonio de una vida dura, yo por mi parte traté de ser lo más respetuoso y receptivo posible y, justamente a través de las herramientas cinematográficas traté de que ellas no tuvieran ningún tipo de inhibición frente a la cámara.

¿Hay un público específico para ‘Quebranto’?

No, esta producción genera mucha empatía con auditorios muy diversos, no es dirigido a una comunidad,  sino que puede llegar a cualquier tipo de público, no tiene que ser LGTBI (Lesbianas, gays, transgéneros, bisexuales e intersexuales)

¿Cuáles son sus planes futuros?

Quiero seguir dirigiendo documental. Anteriormente había esto produciendo ficción, y éste es un género que antes no había abordado, pero con el cual me siento identificado, considero que sus tiempos y ritmo de trabajo se acomodan muy bien a mi ritmo así que pretendo seguir produciendo. En este momento estoy terminando un cuarto largometraje y tengo un proyecto nuevo, para trabajar el próximo año en investigación y rodaje.

Roberto Lozano Bruna: «¡Quieren tapar la verdad!»

Sin un rasguño, intacto, como si no hubiera pasado más de tres años en algunos de los escenarios bélicos más peligrosos del mundo: Afganistán, Irak, Bosnia, Kenia, Ruanda y la República Democrática del Congo,  el español Roberto Lozano Bruna, director de la película documental  ‘Los ojos de la guerra’,  llegó el fin de semana al Instituto Cervantes para compartir con el público del ‘London Spanish Film Festival 2013′  algunas de sus experiencias durante el rodaje de esta obra que narra el día a día de los reporteros en medio del conflicto armado. En esta entrevista, el director, productor y guionista, nacido en Valladolid, analiza la indiferencia del ser humano frente a la guerra y la capacidad de amar y destruir.

Por Yohanna Rozo. Especial para Express News Londres                                                                                                                                    Express News: Hay noticias sobre la guerra todos los días, ¿Cree que el ser humano ha ido perdiendo sensibilidad frente a los temas de violencia?

Roberto Lozano.: El problema es que nos hemos acostumbrado a deglutir en dos minutos imágenes muy duras. En una noticia, como la del centro comercial de Nairobi, nos dicen que han muerto 80 personas y nos quedamos indiferentes, otras tantas veces nos asombramos sin embargo, el problema es que no se ahonda en las historias que hay detrás, en el drama. Tenemos que preguntarnos por qué esa gente ha muerto, qué hacían o por lo menos, cómo van a quedar las familias, si los niños van a poder ir a la escuela  y vivir con el recuerdo de esa muerte tan violenta, yo creo que esta función la cumplió ‘Los ojos de la guerra’ porque nos cuenta las historias en profundidad.

Express News: Además, del inminente riesgo de morir en el campo de batalla ¿Cuál es la principal dificultad de una producción como ‘Los ojos de la guerra’?

R. L.: La dificultad que tiene lograr un filme como ésta es que para hacer un trabajo a fondo necesitas dos o tres años y rentabilizarlo económicamente es muy complicado, conseguir el dinero es un dolor de cabeza, pero creo que vale hacer todo lo posible para conseguirlo.

Express News: ¿En qué momento pensó que esta película documental sería una denuncia a la violación de derechos humanos?

R.L.: Fui más consciente de esto en el primer viaje que hicimos a Afganistán. Hubo un día en el que volví a uno de los campamentos con el Director de Fotografía, Roberto Fraile, llegamos a donde estaban los refugiados que aparecen al principio de la película, hablamos con ellos fuera de cámara y me impactó saber las condiciones tan duras que viven en las zonas rurales de Afganistán a donde llegan los talibanes, matan a sus cabras, les roban los poco que tienen y luego tienen que salir huyendo. En ese momento pensé que la película tenía que dirigirse pensando en que la primera función de un periodista de guerra es denunciar la violación de los derechos humanos,  el respeto por la vida tiene que primar por encima de cualquier contienda. Por ejemplo,  vemos que en Siria no hay respeto, los civiles mueren cada día, bombardeados, tiroteados o gaseados y no pasa nada.

Express News: ¿En algún momento pensó dejar el proyecto, renunciar?

R.L.: Sí, hubo varios momentos en el que nos ocurrieron cosas duras durante el rodaje, el Director de Fotografía estuvo a punto de morir en el Congo, la presencia de las minas era una dificultad muy grande, pasamos situaciones muy tensas con los rebeldes,  me preguntaba ¿qué hago yo aquí?, ¡es una locura! pero luego cuando pasaban esas situaciones, seguía adelante y me reponía.

Express News: ¿Cree personalmente en la paz y los procesos de negociación?

R. L.: Considero que el ser humano puede llegar a un entendimiento, pero ese entendimiento se puede romper en cualquier momento, lo hemos visto a lo largo de la historia. Por otra parte, creo que los procesos de paz son periodos transitorios igual que los periodos de guerra, pero que son cíclicos.

Express News: ¿Qué reflexión sobre la guerra le quedó después de pasar tres años realizando esta película?

R. L.: He tenido la oportunidad de estar en otros conflictos, pero en esta producción pude ver otras miradas, las de la gente que iba conmigo, no solo la mía. Sin embargo, personalmente tengo varias percepciones sobre la guerra y quiero que la gente la entienda a través de la frase final de la película…No se las diré ahora, tienen que verla completa.

Express News: ¿La película pudo terminar de muchas maneras, cuál es el porqué de este final?

R. L.: Porque yo he visto que el hombre es capaz de lo mejor y lo peor en el mundo, más en una guerra, tenemos esa capacidad de maldad que ningún otro ser vivo en el planeta tiene, eso  lo quería plasmar en el final, buscaba que mi visión sobre todo lo que había visto se cerrara con esa mirada, un poco apocalíptica sobre el ser humano.  Es ser fiel a lo que yo había visto.

Express News: ¿Qué disposición debería tener la audiencia de ‘Los ojos de la guerra’?

R. L.: Creo que es una película que está más llena de preguntas que respuestas,  es para gente  que se motive a preguntarse más. Nuestra labor es mover conciencias sobre la información que reciben y cómo la reciben. Hay muchos que quiere tapar la verdad de lo está ocurriendo en el mundo.

Express News: ¿Hay alguna clase de autocensura en ‘Los ojos de la guerra’?

R.L.: No, tiene imágenes crudas, por ejemplo aparece un muerto en Irak cuando el misil cae sobre un edificio, pero no hay exceso. Realmente todo lo que sale es porque yo he querido, no ha habido ni censura ni de los patrocinadores ni de mi parte. La película se pudo hace de muchas formas, pero el resultado final es lo que quise, me atrevería a decir que está muchas veces por encima de lo que en un principio pensaba cuando íbamos a rodarla porque tú sabes que vas a rodarla en países en conflicto, pero no sabes si vas a tener imágenes de combates, refugiados, misiles cayendo en una ciudad.

Express News: ¿Piensa seguir yendo a donde está el conflicto o preferiría estar en la comodidad de su casa?

R. L.: Después de ‘Los ojos de la guerra’ seguí  rodando en lugares con serios problemas sin embargo, hace un año que no voy a países en conflicto, pero siento esa necesidad de volver, aunque hacerlo es complicado por la financiación. Estoy trabajando en un proyecto fuera de España porque conseguir dinero en nuestro país es muy difícil, sobretodo para hacer cine social que es lo que me interesa, también estoy pensando en una película de ficción que aún no he empezado a escribir, pero que estoy dándole vueltas a ver cómo enfrentar esta nueva etapa.

Express News: ¿Para Roberto Lozano, qué ‘Los ojos de la guerra’?

R. L.: Es una película hecha con la mirada del corazón, de gente que se ha acercado al abismo del mundo y que trata de indagar sobre esa doble faceta del ser humano que es capaz de cruzar la frontera entre la bondad y las maldad más absoluta, prácticamente de un segundo a otro.